Con este dicho popular, quiero reflejar de una manera muy expresiva, el poder que tenía el Santo oficio sobre la población, y sobre todo en Literatura, Arte, Historia, etc., equiparando el poder del rey, siendo el del rey en aquella época, un poder absoluto de origen divino.

7. Clasificación del Arte censurado

Durante el periodo que he elegido para explicar la censura en el arte, es en el conocido como época moderna donde se comprenden dos tipos de arte: por un lado, el Renacimiento (1492-1600) y, por otro, el Barroco (1600-1750). Siguiendo con las investigaciones realizadas por Enrique Gato utilizaremos su clasificación del arte censurado en España, según él hay cuatro grupos diferentes.
En primer lugar, fueron objeto de censura las ilustraciones de imágenes, cruces y símbolos religiosos que, aunque representados con propiedad y respeto, y a pesar de haber sido fabricados con buena fe y a veces hasta con una evidente inocencia, sin ningún atisbo de malicia, sin embargo, por las circunstancias más variadas (naturaleza del material en que estuvieran fabricadas o grabadas, falta de habilidad del artista, etc.) pudieran mover a irreverencia, o dar lugar a falta de respeto.
En segundo lugar, fueron también censuradas las representaciones de imágenes sagradas, cruces, y otros símbolos religiosos en cuya fabricación o difusión se presumiera mala fe por estar estampados o esculpidos sobre utensilios profanos de empleo habitual en situaciones más o menos frívolas, o en objetos relacionados con partes del cuerpo humano consideradas poco decentes.
De la tercera categoría de objetos censurados, forman parte los enseres, pinturas, cuadros, láminas, estampas, tapices, grabados, tejidos, etc. que representaran escenas indecentes o claramente pornográficas, mezcladas con figuras y símbolos sagrados, o de personas dedicadas al servicio de Dios.
Por último, fueron también censurados por el Santo Oficio las esculturas, cuadros, dibujos, estampas, grabados y cualesquiera otras imágenes representativas de escenas consideradas procaces, o que reprodujeran desnudos del cuerpo humano u otras figuras que, a los ojos de los censores, parecieran provocativas, inmorales, deshonestas, impúdicas u obscenas.
Como podemos ver, la preocupación eclesiástica no dejaba a salvo ningún tipo de pieza, tanto si había sido realizada con mala intención, como si el artista no había confeccionado bien la obra. Además, no solo eran las obras de arte propiamente dichas sino ya los propios complementos que estas pudieran llevar como los mantos, las coronas, como también los colores porque había algunos que eran considerados colores satánicos; por tanto la inquisición no los permitía en ninguna obra de arte.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que aunque el tema que nos concierne son las obras de arte tales como cuadros y esculturas, se debe considerar que la arquitectura también sufrió esta persecución, no permitiéndose ninguna construcción con elementos no adecuados para la iglesia. 

Bibliografía
Enrique G, Inquisición y Censura. El acoso a la Inteligencia en España.
J. Antonio Escudero, Intolerancia e Inquisición. Madrid, 2005.